El desafío del aprender a pensar
Dra. Liliana Muñoz – Directora de la Unidad de Formación Básica Integral
Aprender a pensar es un proceso esencial para afrontar con éxito la vida académica, personal y profesional y mejorar la comprensión del mundo que nos rodea, dar solución a los problemas y necesidades de la sociedad y de la comunidad. Supone educar la mente y ejercitarla a través de diversas rutinas y destrezas de pensamiento.
El aprender a pensar en el contexto universitario seguirá siendo uno de los principales desafío que debemos afrontar, ya que es un proceso complejo, dinámico y demanda tener claridad de que aspectos influyen en el aprendizaje, las estrategias que las promueven y el rol de cada uno de los actores involucrados en este proceso.
Para lograr aprendizajes es necesario considerar el ambiente en el que lleva acabo sus estudios y analizar si tendrá un impacto positivo o negativo en el desempeño del estudiante. Otro aspecto es la motivación hacia el estudio, identificar aquello que lo compromete a asumir un rol activo participativo en su aprendizaje. Sus actitudes para trabajar de manera autónoma y/o en equipo. Sus características físicas en relación a los momentos de estudios. Algunos se encuentran mayor predispuestos o con energía para estudiar en la mañana y otros por la tarde o noche. El estilo de aprendizaje del estudiante, algunos prefieren memorizar y seguir instrucciones mientras que otros prefieren aprender pensando, comprendiendo, analizando, evaluando creando.
El aprender a pensar implica promover en el estudiante la capacidad para planificar su proceso de aprendizaje identificando el problema o situación que debe resolver, preguntarse por sus conocimientos previos, sus necesidades de aprendizaje e identificar las estrategias que utilizará para resolver el problema indagando, cuestionando, infiriendo, interpretando, reflexionando, regulando su propio proceso de aprendizaje.
El docente desde su rol como mediador es una pieza clave para promover el aprender a pensar. Diseña problemas complejos, sensibiliza buscando involucrar al estudiante, promueve la reflexión crítica y el mejoramiento continuo a partir de procesos de metacognición, brinda oportunidades de aprendizaje para la búsqueda, sistematización de la información, el intercambio, la comunicación el trabajo entre pares y adapta su enseñanza a los estudiantes para atender a la diversidad en el aula en un ambiente de reciprocidad, confianza, respeto.